Comunicación o enfrascamiento

Cinco oportunidades para salir del encierro

La comunicación es el medio que tenemos para hacernos entender y entender a otros. La necesitamos, nos sirve, pero muchos problemas —en la vida y en el trabajo— se relacionan con fallas al comunicar: no llega, llega tarde o abruma. ¿Y si mejorarla fuera un cambio de alto impacto?

El semáforo está en rojo. Tarda. Pasa un pestañeo de amarilla, y ya está en verde. En los proyectos, usamos esa metáfora para indicar su estado: verde va bien, amarillo necesita atención, rojo es crisis. Pero el amarillo… dura lo que un suspiro.

Uno dice —o escucha—: ¿por qué no me avisaste antes? Y es que el aviso llega cuando todo está ya rojo furioso. ¿Qué pasó con el amarillo?

Muchos —sobre todo en trabajos de conocimiento— nos enfrascamos. Nos metemos en lo nuestro y sólo comunicamos cuando ya está terminado. No queremos que nos interrumpan, ni que opinen. Tememos que cambien lo que nos pidieron, o que nos pidan más. Y la complejidad e incertidumbre de los proyectos no ayudan: hablar antes parece peligroso. Mejor cuando esté todo listo.

Pero así, se esfuma el amarillo. Se esfuma la posibilidad de construir con otros. ¿Por qué nos encerramos?

Creo que por prejuicios que alimentan nuestros miedos:

  • a cómo reaccionarán los otros,
  • a lo que diremos nosotros mismos,
  • a no poder negociar,
  • a decepcionar,
  • al juicio ajeno,
  • al impacto que nos afecte,
  • a quedar expuestos,
  • o a mostrar que no avanzamos.

Mientras tanto, decimos vaguedades: vamos bien, hay algunas dificultades, pero las manejamos. Pasa en nuestro trabajo y en los reportes de proyecto. Reuniones donde no pasa nada, salvo pasar el rato. El contexto de P4Mf, es un desafío constante durante las sesiones de sincronización.

Si ya superaste esto, felicitaciones. Si no, acá van cinco sugerencias para construir comunicación colaborativa:

  • Acuerda cómo comunicar en tu equipo, con tu jefe, con los interesados.
  • Úsala para explicitar tus expectativas, y fomentar que otros hagan lo mismo.
  • Valora saber qué está pasando (como en las dailies de Agile: qué hiciste, qué vas a hacer, dónde necesitas ayuda).
  • Avisa sobre decisiones y cambios, y pide que te avisen.
  • Fomenta interacción genuina: construir con otros, no imponer.

Tal vez te venga a la cabeza algún caso que te hace dudar. Tal vez tengas mejores estrategias. Pero te dejo estas preguntas: ¿Cuánto enfrascamiento ves a tu alrededor? ¿Cuán inquieto estás con eso?

En resumen: comunicar siempre es un desafío; los proyectos lo intensifican. El miedo lleva al encierro. El encierro alimenta la cháchara. Para salir, necesitamos acuerdos, prácticas y coraje para conversar antes de que el rojo nos abrume.

No me aceptes. Discurre. Y evita llegar al rojo que te exponga a estas preguntas: ¿Sabías de esto? ¿Desde cuándo lo sabías?

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *